En tiempos de crisis laborales tenemos que agregar otro problema más, el acoso o llamado mobbing laboral que sigue aumentando a medida que aumenta la crisis. Cada vez son más los ejemplos de acoso laboral que van acompañados de una presión psicológica que hace la vida laboral ‘un infierno’.
El mobbing laboral es la acción de hacer la vida imposible al empleado hasta llegar a producir miedo, terror, desprecio o desánimo a todo persona que sufre este tipo de acoso. Utilizan para ello la presión psicológica que por desgracia es más alto el porcentaje de maltrato en las mujeres.
Esto ha provocando mayor inseguridad laboral en los trabajadores por miedo a la pérdida del empleo, y tal cual está el panorama laboral, los que acosan saben que no habrá denuncia por parte de la victima. Claro que también es una de las estrategias que la empresa utiliza para reducir costos, siendo el propio trabajador el que abandona o el empresario el que despide con cualquier pretexto.
Tampoco hay un perfil claro del acosador en el trabajo, pero sí se puede reconocer unos síntomas. Se puede notar que hay un cambio en la relación que mantenemos con compañeros, o con los jefes.
A veces ponen en tela de juicio el trabajo elaborado, se tiende a ridiculizar al trabajador delante del resto de los empleados, o simplemente te ignoran, estas son las pautas más comunes. Y a partir de ahí te puedes comenzar a sentir mal psicológicamente hasta convertir tu vida en un verdadero infierno.
Si esto ocurre o sabes que estás sufriendo mobbing laboral bien por tus jefes o compañeros de trabajo, si esta situación se prolonga en meses y tú percibes que no recibes el trato que deberías, a parte de documentarlo puedes denunciarlo. Si el acosador es un empleado puede incluso ser despedido, pero si el acosador es el jefe, ahí está el problema que te puedes quedar sin puesto de trabajo.
Imagen | LatejaPride
Fuente:centromujer
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